El Otoño hace que volvamos la vista al interior de nuestras casas, quizá porque debido a los temporales y los días más cortos pasamos más tiempo en ellas, así que miramos este y aquel rincón de la salita o del recibidor pensando que algo le falta, que deberíamos de darle a nuestro hogar un poco de personalidad, de calidez, de color...
Hay pequeños detalles que parecen pasar inadvertidos, complementos sencillos que no pasan de moda a pesar de los tiempos; y sí, es cierto, la palabra tapete suena un tanto viejuna y en España el explosivo cambio de los últimos treinta años los ha hecho casi desaparecer de nuestros muebles por una, y es mi opinión, mal entendida modernidad.
¡Fuera con los pañitos de la abuela sobre la mesa del comedor y que pase el estilo impersonal y uniforme de los catálogos de muebles! No tengo nada en contra de las vanguardias, ni tampoco soy fan de tapizar con tapetes hasta el cuarto de baño, pero, si estáis un poco atentos a las últimas tendencias, todo está volviendo de nuevo a lo básico, a lo auténtico, a lo casero, a las cosas hechas con paciencia y arte, que tienen personalidad. . . ¿Por qué será?
Pues porque aunque ahora se multipliquen los blogs en los que se enseñe a hacer pan, mermeladas y jaleas, yogures, bufandas o colchas hechas con retales ( sí, eso que los americanos en su lengua vernácula llaman patchwork ) es lo que se hizo toda la vida y nosotras en TLPyP, aunque modernas y usuarias de las redes sociales, que utilizamos en nuestro vocabulario palabras como retweet, trendy y hashtag, no hemos tirado con los pañitos por la ventana ni con los patrones para hacerlos, y si vosotr@s queréis llenar esos rincones sosos de vuestro salón con mucho color y personalidad aquí tenéis dos buenos ejemplos para comprar en nuestra tienda.
Si vuestras abuelas piensan que ya no se hacen cosas así, dadles una sorpresa y regalarle algo lleno de amor hecho para ellas, en su color favorito y el tamaño que os venga bien ; y si estáis deseando tener algo bonito y vuestra abuela es de las que hacen dulces riquísimos pero no ganchillo, pídenos uno para hacer de tu casa un hogar y de tu entorno diario un rinconcito acogedor...
Dan ganas de hacerse un cafecito y acurrucarse bajo la manta, eh?
Venga, a qué esperas?
¡Elige, por fin,algo bonito!
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